22 de octubre de 2010

ECUADOR


E C U A D O R
por Martín Secaira Vargas

Índice
1. Introducción
2. La entrada de las políticas del Consenso de Washington en América Latina y su influencia en el Ecuador.
3. Correa y el giro del modelo Suramericano
4. Conclusión
5. Bibliografía
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1. Introducción
Ecuador es un país privilegiado en el mundo, su ubicación sobre la línea ecuatorial, no sólo constituye un atractivo turístico sino que es una de las razones para su abundante dotación de recursos naturales existentes en su suelo. La cuenca amazónica, la presencia de la Cordillera de los Andes, la salida al Océano Pacífico, y las Islas Galápagos, conforman un escenario único en el planeta, que otorga al país una gran variedad de climas y entornos naturales. El Ecuador ocupa el primer lugar en el planeta en cuanto al número de vertebrados por unidad de superficie, el segundo lugar contando únicamente las especies endémicas, y se encuentra en las primeras posiciones por el número absoluto de especies de anfibios,  aves y mariposas[1]. A diferencia de otros países de la región, como los andinos Perú y Bolivia, la fertilidad de los suelos ecuatorianos, su pluviosidad y temperatura, crean condiciones favorables para una agricultura diversificada en la mayor parte de la Sierra y la Costa. Estas condiciones no sólo han favorecido el desarrollo de culturas endémicas muy antiguas sino que acogieron al menos 1.5 millones de habitantes en los tiempos previos a la conquista colonial, entre esos pueblos estuvieron los Quitus, los Cañaris e incluso los Incas. Estas características mencionadas, pueden ser sumadas a la gran riqueza existente bajo el suelo ecuatoriano en sus yacimientos petroleros, así también, recursos pesqueros, mineros, y otras reservas naturales que, con un adecuado manejo, ciertamente viabilizarían la satisfacción de las necesidades humanas de una manera sustentable.
No obstante, Ecuador es probablemente el país sur americano más convulsionado de la última década, más de 10 presidentes han gobernado aquí en los anteriores 12 años, en varias ocasiones los poderes del estado han sido defenestrados tanto por agitaciones populares, cuanto por decisiones políticas oportunistas y totalmente alejadas de la legalidad. La confianza de la población ecuatoriana, con respecto a sus gobernantes, ha disminuido dramáticamente, esto en correlación con el aumento de la pobreza, la creciente inseguridad, y la constante falta de oportunidades.  El poder legislativo, tradicionalmente ha estado en las manos de los grupos de poder pertenecientes a empresarios influyentes. El Congreso Nacional – actual Asamblea Nacional - en teoría encargado de la construcción de las normas de convivencia del país, ha sido gobernado de manera clientelista posiblemente desde la fundación de la república.  El poder judicial, aún en proceso de fortalecimiento, ha sido violentado y desconocido en más de una ocasión, producto de la manipulación e influencia de los grupos de poder. Por otro lado, aunque no menos abusivo e irresponsable, el poder ejecutivo, ha sido utilizado como el chivo expiatorio de todos los errores producidos por el clientelismo partidista existente en el país, lo cual ha ocasionado la constante variación de mandatarios, que en más de una oportunidad, no han acertado en la conducción de un país rico en recursos naturales pero con una gran mayoría pobre.
Este trabajo tratará de presentar cronológicamente una breve imagen del país, desde el año 79 con la posesión como Presidente de la República de Jaime Roldós Aguilera, que coincidió con la inminente entrada de las políticas del Consenso de Washington en America Latina, hasta el año 2010, con el primer período del gobierno de Rafael Correa, el cual se alinea en el tiempo con la primera década del giro a la izquierda que dieron los países de la región con Chávez, Lula y Morales. Finalmente a manera de conclusión se hará una aproximación a los resultados que, a nivel político y económico, se prevé que el primer período del actual mandatario ecuatoriano tendrá.

2. La entrada de las políticas del Consenso de Washington en América Latina y su influencia en el Ecuador.
América Latina ha sufrido un proceso de continuas crisis desde sus orígenes, así, los años 80`s son conocidos como la década perdida en el continente. El fracaso del modelo de industrialización de la economía y substitución del modelo de exportación de materias primas fue causado debido a dos condiciones muy visibles de la época: “(a) el excesivo crecimiento del Estado lo que significa proteccionismo, exceso de regulación y empresas estatales ineficientes, y (b) el populismo económico, definido por la incapacidad de controlar el déficit público y de mantener bajo control las demandas salariales tanto en el sector privado como en el sector público.”[2] Partiendo de esta premisa, en los años 80, surge la propuesta del Consenso de Washington (CW) cómo alternativa a las prácticas populistas poco efectivas en la economía latinoamericana.
Éste, en teoría, nace con la idea de poner fin a la década perdida, y con el objetivo principal de hacer crecer la economía, generar empleo, hacer competitiva la región frente a los mercados mundiales cada vez más interdependientes, y, fundamentalmente, crear bases para erradicar la pobreza y atenuar las diferencias económicas y sociales.[3] Este último sin duda alguna es el fracaso más visible del CW, y, de la región.
El CW, está comprendido dentro del marco neoliberal de los planes de reforma económica, puesto que, para la consecución de lo antes mencionado, plantea tres objetivos: (i) El fortalecimiento de los mercados, frente a la intervención del estado, (ii) reforma del sistema fiscal y de gasto público, frente a los objetivos de crecimiento y atención a las necesidades de los más pobres, y, (iii) apertura externa frente al proteccionismo. Se puede manifestar, que esta reforma estructural pretendía adoptar una estrategia de crecimiento market oriented (orientada a la hegemonía de los mercados), es decir implantar el modelo capitalista de occidente beneficioso para las grandes corporaciones en las sociedades, en el momento, críticas de América Latina.
Para este entonces Ecuador se encontraba en un período de transición de la dictadura de Velasco Ibarra a una etapa democrática la cual iniciaba con el “Plan de retorno a la democracia” impuesto por la junta militar que derrocó al dictador. Este proceso terminaría con la elección de Jaime Roldós Aguilera. Roldós, líder de la izquierda ecuatoriana, por el partido Concentración de Fuerzas Populares (CFP),  se convertiría en presidente del país en el año de 1979, venciendo a su opositor Sixto Durán Ballén, candidato por el conservadurismo del Partido Social Cristiano (PSC). 
En la época de Roldós, el país se hallaba totalmente convulsionado, con un superávit fiscal producto de los enormes réditos por las exportaciones de petróleo, causados por la suba del precio en los mercados internacionales ocurrido en fechas anteriores. Producto de esto, el Estado ecuatoriano concentró todo su poder en la capital y en el centro económico del país, el puerto de Guayaquil, el centralismo generó pobreza y produjo olas migratorias del campo a estas dos ciudades. Los centros de poder aislaron a la mayoría de la población rural y pobre, que habitaba en las ciudades, convirtiéndolas en periferias, sin servicios básicos, insipiente cobertura sanitaria, imposibilidades de acceso a educación, en fin, ciudadanos sin derechos y sin oportunidades, vulnerables ante cualquier eventualidad o abuso.
Roldós, recibió al país fragmentado a nivel político y social, y lo hizo con la propuesta de garantizar los derechos y crear oportunidades para aquellos que habían sido excluidos durante décadas. La propuesta de una mejor repartición de la riqueza del petróleo e implantación de un modelo más respetuoso del ser humano menos favorecido, puso en guardia a las élites económicas del país, y analizándolo de manera objetiva, ciertamente alertó a las empresas transnacionales que en ese momento operaban en el país. No obstante, el breve paso de Roldós por la presidencia, causado por su misteriosa muerte, en 1981, en un accidente aéreo, impidió que está propuesta tomará vida. Lo sucedió su vicepresidente Jaime Hurtado.
Hurtado, pese a haber estado en la misma línea que Roldós se vio  imposibilitado de aplicar las políticas de su antecesor. En 1982 las exportaciones de petróleo bajaron y consecuente los réditos del Estado disminuyeron.  El elevado gasto fiscal y la falta de ahorro del gobierno de Hurtado llevaron a que la economía del país entrara en una nueva recesión. Jaime Hurtado fue derrocado por fuerzas populares insatisfechas.
En 1984 lo sustituyó León Febres Cordero PSC de 1984 a 1988 quien en su gobierno impuso políticas de corte neoliberal; las mismas del CW. Se realizaron dos reformas fundamentales: (i) La reforma Financiera y (ii) la reforma de política fiscal. La primera modificó las formas de operar el Sistema Financiero y particularmente el Bancario mediante la liberalización interna, apertura de la cuenta de capitales, y, la desregularización del mercado de acciones. Con respecto a la segunda, se adoptaron medidas extremadamente pro-cíclicas cómo la reducción de la presión fiscal para controlar los déficits presupuestarios, un proceso incontrolado de privatizaciones, y el escaso financiamiento de políticas públicas.
Esto, sin duda alguna, trajo consecuencias inevitables, como el incremento de la pobreza y sobretodo de la desigualdad tan evidente entre clases sociales, una diferencia marcada entre el desarrollo del campo y la ciudad, y,  ya dentro de las urbes, las brechas gigantes entre ciertos sectores. También, el incremento de diferencias entre indígenas y no indígenas, la exclusión del negro, y graves problemas de género. Es decir, se habían agudizado los problemas ya existentes en la época de la dictadura. Febres Cordero dio a los banqueros y comerciantes total libertad para operar dentro del país, la administración de este gobierno confrontó a todas las fuerzas del Estado y a la oposición que denunció sistemáticamente numerosos hechos de corrupción gubernamental y violaciones a los derecho humanos."[4] Al finalizar su período en el año de 1988, fue substituido, por el líder de la centro izquierda; Rodrigo Borja de la Izquierda Democrática (ID).
Borja planteaba la reconstrucción de la democracia en el país, así como políticas sociales que tengan impacto sobre las poblaciones más vulnerables. No obstante, el gobierno mantuvo las políticas económicas de ajustes con un toque gradualista. La deuda externa se incrementó y aumentó el costo de la vida. Probablemente la decisión más acertada y de mayor impacto en el tiempo que Borja tomó, fue iniciar los esfuerzos para la consecución de una paz duradera con el Perú.
En 1992 Sixto Durán Ballén fue elegido Presidente de la República, en su gobierno el proceso de negociación de paz con el Perú fue abruptamente derrumbado por el inicio de una guerra con el Perú. Por otro lado, en este gobierno se asentaron las bases para un modelo empresarial, se promovió la modernización del Estado mediante las privatizaciones del sector público. Se aplicaron políticas que habían sido probadas como nocivas en varios países de la región, y que produjeron el incremento de la pobreza y sobretodo de la desigualdad tan evidente entre clases sociales, una diferencia marcada entre el desarrollo del campo y la ciudad, y,  ya dentro de las urbes, las brechas gigantes entre ciertos sectores. También, el incremento de diferencias entre indígenas y no indígenas, la exclusión del negro, y graves problemas de género, además, aumentó la vulnerabilidad de los países ante los ciclos económicos, por lo tanto, debilitando las políticas públicas y el gasto social. Consecuentemente, se generaron olas migratorias hacia los Estados Unidos y algunos países de Europa, lo cual, ya desde ese entonces, convirtió a las remesas en una fuente imprescindible de IED(Inversión extranjera directa) para las regiones con mayores índices de emigración.
En los años venideros pasaron 4 presidentes en 4 años. Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón por dos ocasiones[5], Rosalía Arteaga  y en el año 2000 Jamil Mahuad asumió la presidencia. En su primer año de gobierno, Mahuad firmó la paz con el Perú. Mahuad recibió a un Ecuador devastado por una crisis bancaria, la cual se llevaría consigo los ahorros de miles de familias ecuatorianas. La devaluación del Sucre, la moneda oficial hasta el año 2000, alcanzó cifras incontrolables llegando a valer 1 dólar 50.000 sucres en una ocasión. Finalmente el año 2000 , con un tipo de cambio de 25.000 a 1, se procedió a dolarizar al país, sacando de circulación de los mercados al Sucre. Mediante esta decisión, el presidente realizó un salvataje bancario similar al de Argentina y al reciente a nivel de Europa y los Estados Unidos, lo cual produjo el descontento de la mayoría de la población la cual se levantó y derrocó a un nuevo presidente.
La inseguridad jurídica acompañada de la inestabilidad política, causaron que los esfuerzos de las entidades públicas encargadas de proveer servicios y cubrir las necesidades de la población, concentraran todos sus esfuerzos en mantenerse en el poder, o corromperse debido a la coyuntura que cada uno de los gobiernos tuvo durante este período. Las poblaciones más vulnerables continuaron descuidadas y las condiciones de vida que llevaban se vieron deterioradas.
En el período de 3 años, pasaron dos triunviratos (gobierno de 3 personas a la vez) y una elección democrática en el año 2003, cuando el Coronel Lucio Gutierrez, autor de uno de los golpes de Estado, ganó las elecciones y asumió el poder. Fue destituido por el Congreso en abril del 2005, en medio de revueltas populares conocidas como la rebelión de los forajidos, fue reemplazado en el cargo por el vicepresidente Alfredo Palacios. En noviembre de  2006, Rafael Correa, político líder de la oposición a la denominada partidocracia fue elegido Presidente de la República.
3. Correa y el giro del modelo Suramericano
Correa asumió el poder después de haber mantenido una campaña de rechazo a las costumbres tradicionales del manejo político del país, con una propuesta de cambio en la administración de los bienes del Estado, y con la idea de gobierno para los más pobres. El gobierno de Correa propone un modelo de desarrollo diferente al tradicional de occidente, el denominado “Sumak Kawsay” o Buen Vivir, recogido en el Plan Nacional para el Buen Vivir, propone una idea de desarrollo enfocado en el respeto a la naturaleza como premisa al respeto del ser humano y su vida en dignidad. Propone cambiar las dinámicas de dependencia norte sur y procura limitar la injerencia extranjera en los asuntos de carácter nacional, el modelo gira la mirada hacia el sur como aliado principal y ofrece dar impulso a todas las políticas que promuevan una mayor cooperación entre países de la región y del hemisferio. La propuesta del Sumak Kawsay en el Ecuador, es producto de el proceso político, económico y social que se ha venido desarrollando en América latina en la última década.
América Latina, hoy en día, se encuentra jugando en un nuevo escenario que promete cambios importantes especialmente en términos geopolíticos, institucionales, y, de reforma social de los estados. La pérdida de influencia a nivel global de los Estados Unidos, y, la reciente crisis financiera, han permitido que los críticos al modelo capitalista sugieran el aparecimiento de un nuevo modelo donde el estado actúe como ente regulador de los mercados, protegiendo de esta manera los derechos de sus ciudadanos. Con un movimiento bolivariano, de tinte socialista, que reivindica los derechos de los más pobres, de los indígenas, y en general de los excluidos, la región  ha dado pasos importantes al diálogo por la unidad y cooperación entre estados vecinos. Han surgido dos proyectos, liderados por el presidente venezolano Hugo Chávez, que invitan a retomar las riendas del mando político en la región y al rescate de la soberanía de los estados, proclamando independencia en la toma de decisiones y coherencia en la actuación regional frente a los retos globales.
La ALBA y la UNASUR, son proyectos que de conseguirse otorgarían un nivel de influencia en las decisiones globales que América Latina nunca antes ha tenido, y por consiguiente beneficios a la región. Además, permitirán una reforma coherente de las instituciones regionales, que de hecho existen pero son ineficaces. Así, la región podría establecer instrumentos que garanticen y exijan la políticas sociales, fundamentadas en la equidad, la igualdad y no discriminación por género o raza. También, el reto de fortalecimiento de las instituciones democráticas exige  legislación que asegure la independencia entre poderes del estado y limite (inclusive extermine) el clientelismo y la corrupción. Todo esto asegurado por un poder ejecutivo capaz de establecer políticas públicas que permitan el desarrollo sostenido de los países, pero  principalmente, de los más excluidos. No obstante, también existe el reto de los mercados asiáticos, ya que el crecimiento económico de China amenaza con la primarización de la economía de los países exportadores de materias primas, siendo América Latina una de las regiones más expuestas a este fenómeno.
El gobierno de Alianza País, movimiento del cual Correa es presidente, está alineado con todas las propuestas que se han originado en la región, inclusive el presidente ecuatoriano, es el primer presidente de UNASUR y su Canciller, Ricardo Patiño, el Presidente del Banco del Sur. Correa propone políticas públicas que pretenden dar soluciones a las necesidades insatisfechas de los ecuatorianos cuyas condiciones de vida, para los pobres particularmente, han empeorado. En 2006, el índice de pobreza  nivel nacional se colocaba en el 38%. Sin embargo, en zonas rurales, más del 60% de la población vive en pobreza, y el casi 27% viven en extrema pobreza. Más de la mitad de la población indígena vive en pobreza extrema. La agricultura constituye el 40% de del PIB. Pero al mismo tiempo, Ecuador es el país con la biodiversidad más grande del planeta en relación con su superficie. Cerca del 18% de su territorio es destinado a conservación. En contraste con esto, el índice de tala de árboles se coloca aproximadamente en 165.000 hectáreas al año - equivalente al 1.5 por ciento del total del territorio.
La situación económica frágil de los segmentos más pobres de la población obliga a que las familias dependan en su totalidad de la producción agrícola que puedan tener de un pequeño espacio de tierra, usualmente obtenido con la reforma agraria del 88. La forma de producción con objetivos cortoplacistas somete a estas familias en practicantes de un modelo productivo insostenible y poco eficiente, lo cual genera más pobreza.
Pese a la gran cantidad de reservas naturales y el potencial gigantesco de ser pioneros de un modelo ambiental respetuoso y sostenible, las leyes y las políticas promocionales en el sector ambiental son incompletas o contradictorias, o están en conflicto con intereses locales del desarrollo, que los hace difíciles de hacer cumplir. Las consecuencias son la degradación progresiva de recursos naturales y del crecimiento constante de la pobreza rural, además de la pérdida, cada vez mayor de biodiversidad, y la declinación en productividad del suelo.
Pese a que el último Informe de Desarrollo Humano del PNUD ubica a Ecuador en el puesto número 80, entre los países con un desarrollo humano alto[6], las cifras ocultan una verdad visible en cada calle de las urbes más importantes, y a la vez tan presente en las zonas rurales, que desde luego, son las zonas donde las condiciones de vida son aún más difíciles. Por otro lado, en las grandes urbes, la delincuencia ha crecido exponencialmente con ello las condiciones de vida de la gente se han deteriorado, todo esto producto de la ausencia de oportunidades que aún persiste en el país.
El gobierno de Correa ha destinado sus esfuerzos a la construcción de carreteras a nivel nacional puesto que la vialidad del país estaba destrozada, truncando las posibilidades de comercialización entre las diferentes regiones del país. La ley de hidrocarburos, es una de las que más polémicas ha causado puesto que establece medidas más duras en los convenios con las empresas petroleras transnacionales, y también puesto que afecta directamente a los pueblos indígenas y tribales del país, los cuales de acuerdo a la norma Constitucional deberían ser parte activa de la construcción de un cuerpo legal o una política que afecte o incida directamente en su territorio.
Otra de las características de este gobierno, ha sido la clara inversión en educación y en salud pública, áreas donde el presupuesto se ha incrementado en un 400%. Sin embargo, el gobierno de Correa, también se ha caracterizado por su poca tolerancia y capacidad de fijar acuerdos consensuados con el resto de actores políticos que existen en el país. Con un discurso de desconocimiento y rechazo a sus prácticas tradicionales a logrado casi desaparecer la oposición y crear un rechazo visible por parte de la mayoría de la población hacia las clases medias y altas del país. Correa ha invertido de manera excesiva en propaganda de su régimen y de las obras que se han realizado, controla el 40% de los medios de comunicación del país y tiene sobre la mesa una ley de comunicación que de acuerdo a expertos internacionales, incluye temas que eventualmente podrían ser usados para controlar la forma en que los ciudadanos se expresan.
4. Conclusión
En definitiva Ecuador tiene un largo proceso hacia delante, en el cual existen ciertas dinámicas que deberían ser cambiadas. El proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Colombia y el fortalecimiento de estas con el Perú son también retos que este gobierno tiene. La reducción de la pobreza, la mortalidad infantil y la desnutrición deben ser atacadas en lo esencial del problema y destinar más fondos del presupuesto de salud al área preventiva de esta, lo cual ciertamente sería una inversión a largo plazo que generaría buenos réditos al estado ya que su población estaría más sana y con mejores capacidades de producción. Se debería continuar con la inversión en el área social, pero al mismo tiempo crear las condiciones jurídicas que garanticen seguridad al inversor y al empresario.
Es prematuro anticipar en que desembocará el gobierno de Correa, no obstante nos aventuramos a decir que el gasto en inversión pública continuará, y que el estado seguirá aumentando su burocracia lo cual podría ser contraproducente e caso de una eventual baja del crudo.
El Ecuador tiene varios retos por delante, los cuales de ser afrontados de un manera responsable y conciente de la necesidad de equidad, podrían dar un vuelco a la historia trágica del subdesarrollo.
5. Bibliografía
  Informe de Desarrollo Humano, Ecuador 1991. PNUD y ONU Ecuador
  Informe de Desarrollo Humano, Ecuador 2001. PNUD y ONU Ecuador
  Informe de Desarrollo Humano 2009. PNUD
  LA REDIMENSIÓN DE LA POLÍTICA SOCIAL EN EL ECUADOR: EL BONO DE DESARROLLO HUMANO EN EL GOBIERNO DE RAFAEL CORREA. Paulina Recalde, OBSERVATORIO POLÍTICO CELA, PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR, 2007.
  La patria vuelve: una posibilidad de construir nueva hegemonía, Hernández Virgilio, 2007
  Plan Nacional del Buen Vivir Ecuador 2009-2013. SENPLADES
  Constitución del la República del Ecuador 2008.
  Dolarización y Desarrollo Humano en Ecuador, Carlos Larrea, ICONOS 2000.
  Banco Central del Ecuador, 1997, 1927-1997. Setenta Años de Información Estadística, Quito, 1997.
  Banco Central del Ecuador, s.f., Encuesta de Empleo Urbano, Base de datos no publicadados.
  Banco Central del Ecuador, s.f., Información Estadística Mensual, varios números.
  BID, 2000, Development beyond Economics. Economic and Social Progress in Latin America. 2000
  Report, The Johns Hopkins University Press, Baltimore. Competing through Innovation and Learning.
  CEPAL, 2001, Panorama Social de América Latina, CEPAL, Santiago.
  CEPAL, 2002, Balance Preliminar de la Economía de América Latina y el Caribe, CEPAL, Santiago.
  Coraggio, José Luis, et al., 2001, Empleo y economía del trabajo en el Ecuador, algunas propuestas para superar la crisis, ILDIS, Abya-Yala, Quito.

   



[1] Josse, Carmen (ed.). 2001. La Biodiversdidad del Ecuador, Informe 2000. Quito: Ministerio del Ambiente-Ecociencia-UICN, p.4
[2] Bresser Pereira, Luiz Carlos. La crisis de América Latina: ¿Consenso de Washington o Crisis Fiscal?. Revista Pensamiento Iberoamericano, núm.19,1991, pp. 13-35
[3] Sánchez Díez, Ángela. América Latina: ¿Volver a Empezar?. Revista de Economía Mundial núm. 18. 2008, pp. 93-103.
[4] Enrique Ayala Mora, Historia del Ecuador, 2004. Pág 114
[5] Alarcón fuepresidente en dos ocasiones durante ese período, la primera por 3 días en febrero 6 de 1997 hasta febrero 9 del mismo año, y, en febrero 11 del 97 hasta el 10 de agosto de 1998.

[6] IDH 2009

11 de julio de 2010

Conflictos armados y su relación con la pobreza: Análisis de los elementos constitutivos del conflicto.


En el ámbito de las relaciones internacionales es especial en materia de conflictos armados, previo a cualquier tipo de intervención o pronunciamiento por parte de algún actor internacional es necesario entrar a la calificación del conflicto. Para esto es indispensable un análisis previo de los factores que influyen en estos procesos; estos pueden ser de carácter estructural, o político o culturales, pero indiscutiblemente socio económicos. Como bien lo manifiesta, Paul Collier en su libro “the bottom billion”, los conflictos armados están intrínsecamente ligados a las condiciones de vida de las sociedades donde estos acaecen. Es decir, mientras más pobre es una sociedad, más vulnerables son sus individuos, por lo tanto más próximos a sumirse en un circulo vicioso de violencia, que irremediablemente desencadenará en un conflicto armado. Este círculo en el que las sociedades caen, constituye una trampa de la cual es muy improbable que se pueda salir debido a que aquí se conjugan pobreza, desesperación, impotencia, baja autoestima, falta de oportunidades, lo que finalmente desencadena violencia.
Cuando se habla de conflicto interno es posible que surja la confusión entre las situaciones de violencia interna leve, o las crisis esporádicas tan propias de los países en vías de desarrollo, e inclusive, mal entender el término y asimilarlo como disturbios, revueltas u otros actos similares que definitivamente traen caos y preocupación a los gobiernos donde ocurren, pero que no constituyen una situación de violencia interna mayor o un conflicto armado interno análogo a una guerra civil.[1]
Las situaciones de violencia interna mayor traen consigo disputas violentas entre elementos de un Estado, sean estos ejércitos liderados por el estado, o, como en el caso de Sudán y Colombia, milicias armadas organizadas, unas con el respaldo del gobierno o grandes grupos económicos (paramilitares), y  grupos armados subversivos, e inclusive disputas entre estos últimos. Estas situaciones se llevan a cabo dentro de los límites territoriales de un Estado y pueden ser originadas por varios factores, como luchas tribales, peleas por recursos naturales, campañas secesionistas en contra de la cohesión de un país, revoluciones, todas estas enmarcadas dentro de un contexto de pobreza extrema, de subdesarrollo y de escasez de posibilidades de crecimiento personal y económico; todas estas atentan contra la estabilidad de la gobernanza de un Estado y su monopolio del poder bélico.[2] Las guerras civiles generalmente son la última etapa del circulo vicioso de los conflictos en el que la escala de violencia es paulatina y producto de la desintegración social y políticas públicas no incluyentes a toda una nación.[3]
Una vez definida la extensión de este término es necesario adentrarse y comprender cuales son las causas que llevan a que esta situación se produzca dentro de un estado. Muchos políticos argumentan que las causas de los conflictos internos son simples y aseguran que los odios ancestrales que los diferentes grupos religiosos o étnicos tienen entre ellos es el principal fundamento para que estos ocurran.[4]Este es el caso del ex presidente estadounidense George Bush al manifestar que el conflicto entre musulmanes, serbios y croatas fue generado por rencores ancestrales.[5]  Y quizá si se mira de reojo y sin poner mucha atención este sea el caso de algunos, donde ciertamente sus conflictos tienen también una raíz étnica ancestral. No obstante en la mayoría de las situaciones de violencia que existen en el mundo en este momento, las causas son más profundas, pese a que existe una que es similar en todos los casos, esta es la pobreza.
Para poder identificar la raíz de estos conflictos de una manera elocuente es necesario el análisis de los factores correspondientes al desarrollo de la sociedad, la estabilidad política y la relación del gobierno de un estado con sus nacionales, para este trabajo se ha decidido aplicar la teoría de Michael E. Brown sobre las causas de los conflictos internos la cual divide en cuatro los factores fundamentales para el estallido de la violencia en un país o región, factor estructural, político, económico social, y cultural.[6]
1.1 Factor estructural
El primer factor es el estructural el cual se refiere al diseño del estado, per se, es decir la existencia de estados artificialmente creados y con una geografía étnica muy diversa. Estos estados carecen de legitimidad política ante los ojos de sus ciudadanos y usualmente sus instituciones son tan débiles que no poseen ningún tipo de control sobre el territorio del país. La única razón por la cual el gobierno se mantiene en el poder es debido a los fuertes ingresos económicos que producen tanto los recursos naturales como la ayuda externa al desarrollo.[7] No obstante, el momento en que la estructura se debilita la violencia surge y el liderazgo o el control del país se ve amenazado por una lucha por el poder entre grupos armados organizados y las fuerzas del Estado, sin embargo estas carecen de legitimidad puesto que son los mismos ciudadanos los que reclaman el poder para otro grupo.
Además en el caso de estados con una variedad étnica importante, el grupo que ha sido tradicionalmente aislado y sometido por parte del gobierno de turno, o la dictadura de turno, como son los casos de el Kurdistán o Sudán respectivamente, se levanta y reclama mayores derechos políticos y una libertad administrativa sobre su propia región. No obstante el estado haciendo uso de la fuerza generalmente intenta someter, a los rebeldes, para prevalecer en el poder usualmente ocasionando crisis humanitarias de gran envergadura que lastimosamente se quedan en la memoria de las futuras generaciones de esos pueblos. Esta última casualidad tiene un peso más grande de lo imaginable puesto que estos recuerdos tan dramáticas impiden a los estados en el futuro salir de las trampas de los conflictos,[8] en otras palabras simplemente alientan la continuidad de la violencia estancándose en un circulo vicioso que significará que pese a que un estado alcance la paz, la probabilidad de que este vuelva a tener una crisis es inminente.[9]
1.2 Factor político
Otro de los factores que M.E Brown reconoce, es el político, el cual, según manifiesta este autor, está compuesto por instituciones políticas discriminatorias, donde existe una clara ideología nacionalista que es excluyente con la diversidad de sus ciudadanos[10] y también donde ciertos grupos de élites políticas han concentrado el poder en su esfera más cercana.[11] Así,  el control por parte de un gobierno autoritario liderado por una ideología nacionalista o de tintes radicales, puede entrar en un proceso de construcción de instituciones políticas que discriminan y que no representan de ninguna forma a todos los sectores del país. Esto puede afectar en varias esferas a nivel nacional puesto que las políticas públicas discriminatorias irán en detrimento de las poblaciones más vulneradas de esta forma impidiéndoles el acceso a los servicios públicos, como son la educación, la salud, la seguridad social, e inclusive poniéndoles como centro de los ataques para reivindicar una posición que usualmente no es la de la de la mayoría, 
1.3 Factor económico social
El tercer factor es el económico social, el cual desencadena conflictos armados internos debido a problemas económicos, por ejemplo, una política discriminatoria en materia de economía conlleva ciertamente a un aislamiento de ciertas partes de un estado y las somete al subdesarrollo e inclusive a la pobreza extrema. Además, los sistemas económicos que discriminan en base a la etnia o la clase social que pertenecen generan e inclusive promueven sentimientos de desigualdad, rechazo e inclusive complejos de inferioridad, que desencadenan inevitablemente en violencia. El desarrollo económico, como bien lo manifiesta Paul Collier, no siempre es la alternativa puesto que este puede inclusive aumentar la brecha entre los ricos y los pobres[12] e inclusive dividir a las regiones entre marginalizadas y modernas[13] como ha sucedido en muchos de los países del Sur. Así es el caso del Salvador en que un porcentaje privilegiado de la población del país, ubicado en los centros de poder económico, ha marginalizado a la gran mayoría de la población y los a sumido en la pobreza y pobreza extrema. Esto se produce debido a una política económica no incluyente que privilegia a los mismos grupos y que no propende a una correcta redistribución de la riqueza, desencadenando una ola de violencia con un rostro claro de pobreza y exclusión.
1.4 Factor cultural
El cuarto factor que se analiza es el cultural, en el cual se interrelaciona los factores analizados previamente y se hace mención una vez más a la premisa de la discriminación a minorías como causa de conflicto. Junto con esta se identifica también la percepción que un grupo puede tener de sí mismo. En el caso de Sudan los sentimientos de superioridad por parte de los grupos árabes sobre los africanos usualmente reviven los odios ancestrales e inclusive los hacen legítimos. Esta percepción de una raza o etnia como inferior ha afectado a la humanidad durante toda su existencia, basta con recordar dos ejemplo palpables en la historia de la humanidad, como son el caso del genocidio Judío y el genocidio en Ruanda, que han dejado una lacra imborrable en la historia. Es decir el factor cultural es determinante a la hora del desencadenamiento de un conflicto y como se ha mencionado anteriormente ha ocurrido a lo largo de Sudán, especialmente en la región occidental, Darfur.
Como queda claramente expuesto la vinculación entre conflicto desarrollo y pobreza es evidente los centros de poder usualmente excluyen a ciertos grupos, sea por su raza, por su condición social o varios otros factores, sometiéndolos a la pobreza y al subdesarrollo.

Bibliografía
1.     ECKSTEIN, HARRY., Introduction: Toward the theoretical Study of Internal War, (Harry Eckstein eds.), Internal War: Problems and Approaches, New York: Free Press, 1964. P. 17. 
2.     BROWN, MICHAEL E. op. cit. P.16.
3.     COLLIER, PAUL.,  The bottom billion, Oxford University Press, 2008. P.100.
4.     COLLIER, PAUL., Breaking the conflict trap: Civil war and development policy, World Bank Publications, 2003. P. 74.
5.     GURR, TED ROBERT,  AND HARF, BARBARA.,  Ethnic Conflict and World Politics, Boulder, Colo.: Westview, 1994. P. 42.
6.     MA AGUIRRE, AA PIRIS, TED ROBERTANUARIO CIP 1995-1996: RAICES DE LOS CONFLICTOS ARMADOS, 1996. P. 27.
7.     MARTÍN,M., Conflictos armados internos y derecho humanitario, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca 1990. P. 23 También ver: ECKSTEIN, HARRY., op. cit. P. 18.
8.     PODESTA COSTA,L.A., Ensayo sobre las luchas civiles y el Derecho Internacional, Buenos Aires 1926. P. 13.  Además ver: BROWN, MICHAEL E., The International Dimenssions of Internal Conflict, CSIA Studies in International Security, 1996 P. 1.
9.     RULE, J.,  Theories of Civil Violence, University of California Press, 1989. P.33.


[1] ECKSTEIN, HARRY., Introduction: Toward the theoretical Study of Internal War, (Harry Eckstein eds.), Internal War: Problems and Approaches, New York: Free Press, 1964. P. 17. 
[2] MARTÍN,M., Conflictos armados internos y derecho humanitario, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca 1990. P. 23 También ver: ECKSTEIN, HARRY., op. cit. P. 18.
[3] PODESTA COSTA,L.A., Ensayo sobre las luchas civiles y el Derecho Internacional, Buenos Aires 1926. P. 13.  Además ver: BROWN, MICHAEL E., The International Dimenssions of Internal Conflict, CSIA Studies in International Security, 1996 P. 1.
[4] , MA AGUIRRE, AA PIRIS, TED ROBERTANUARIO CIP 1995-1996: RAICES DE LOS CONFLICTOS ARMADOS, 1996. P. 27.
[5]  Haciendo referencia a George Bush. BROWN, MICHAEL E. op. cit. P.12
[6] Íbidem.
[7] COLLIER, PAUL.,  The bottom billion, Oxford University Press, 2008. P.100.
[8] COLLIER, PAUL., Breaking the conflict trap: Civil war and development policy, World Bank Publications, 2003. P. 74.

[9] COLLIER, PAUL., op. cit. P. 18.
[10] GURR, TED ROBERT,  AND HARF, BARBARA.,  Ethnic Conflict and World Politics, Boulder, Colo.: Westview, 1994. P. 42.
[11] BROWN, MICHAEL E. op. cit. P.16.
[12] COLLIER, PAUL., op cit. P. 67.
[13] RULE, J.,  Theories of Civil Violence, University of California Press, 1989. P.33.